Mapas conceptuales colaborativos elaborados con y sin el apoyo de tecnología en
Educación Primaria
Manuel Lucero Fustes
Facultad de Educación y Psicología. Universidad de Extremadura
Mail:
mlucero@unex.es
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-1542-4653
Agustín Sánchez López
Facultad de Educación y Psicología. Universidad de Extremadura
Mail:
agustinsanchezlpz@gmail.com
ORCID:
https://orcid.org/0009-0009-0021-4221
Álvaro Monroy García
Facultad de Educación y Psicología. Universidad de Extremadura
Mail:
alvaromg27@gmail.com
ORCID:
https://orcid.org/0009-0007-0159-740X
RESUMEN
La elaboración de mapas conceptuales es una de las estrategias didácticas aplicadas en el aprendizaje colaborativo para apoyar el
discurso y el aprendizaje. En este estudio se pretende comparar el efecto en la comprensión y el recuerdo de la elaboración individual
ocolaborativa de mapas conceptuales en entornos asistidos por ordenador y entornos tradicionales de lápiz y papel en Educación Pri-
maria. La investigación, de carácter cuasiexperimental, se basó en un diseño factorial multi-grupo, con medidas pretest postest y retest.
En cuanto a los procesos, se analizaron las estrategias discursivas durante la fase de construcción colaborativa en ambos entornos.
Participaron 44 estudiantes de sexto curso, de dos centros educativos. Los resultados obtenidos muestran que los mapas conceptuales
elaborados colaborativamente en entornos tradicionales de lápiz y papel produjeron mejores resultados en la comprensión y el recuer-
do que en un entorno asistido por ordenador. De igual forma, la grabación, transcripción, segmentación y análisis de las interacciones
entre iguales en la fase colaborativa desvelaron secuencias discursivas de baja calidad en ambos entornos. En este sentido, trabajar en
entornos asistidos por ordenador en la Educación Primaria, no conduce necesariamente a un uso efciente y efcaz de los mismos, ni
apoya el aprendizaje de conceptos complejos en mejor medida que lo puede hacer un uso tradicional contextos de lápiz y papel.
Palabras claves:
Mapas conceptuales, Aprendizaje colaborativo, Co-construcción del conocimiento, Comunicación mediada por or-
denador, Educación Primaria.
Collaborative concept mapping with and without technology support in Primary Education
ABSTRACT
Concept
mapping is one
of the instructional strategies implemented in
collaborative
learning to support discourse and learning.
This study compared the e
fect on learning of individual or collaborative concept mapping in a Computer Supported Collaborative
Learning and traditional pencil-and-paper seting in Primary Education. A quasi-experimental repeated measures design (i.e., pretest,
postest, retention test) was applied. Forty-four 6th grade students from two diferent elementary schools participated in the study. In
terms of processes, discursive strategies were analysed during the collaborative construction phase in both setings. The results show
that concept maps developed collaboratively in traditional pencil-and-paper setings produced beter results in comprehension and
delayed recall than those technology-assisted. In addition to the evaluation of the comprehension and delayed recall, verbal exchanges
during the collaborative activities were recorded and analyzed. Findings revealed low-quality discourse sequences in both setings. In
this sense, concept mapping in computer-assisted setings does not necessarily lead to an ef
cient and efective use and support the
learning of di
f
cult concepts to a greater extent than in pencil-and-paper setings.
Keywords:
Concept maps, Collaborative Learning, Knowledge co-construction, Computer-mediated communication, Primary Edu
-
cation.
ISSN: 0210-2773
DOI:
https://doi.org/10.17811/rifie.20819
Volumen 54, número 1, enero-marzo, 2025/págs. 39-49
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Manuel Lucero Fustes, Agustín Sánchez López y Álvaro Monroy García
Volumen 54 número 1, enero-marzo, 2025 / págs. 39-49
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1. Introducción
Los mapas conceptuales son herramientas para la represen-
tación gráfca del conocimiento. En estos mapas, las ideas se
representan como nodos y los vínculos entre ellos representan
relaciones, con etiquetas descriptivas (Novak y Musonda, 1991).
Desde el punto de vista colaborativo, en la construcción de un
mapa conceptual, los estudiantes verbalizan los conceptos y re-
laciones, es decir, los estudiantes basan sus aportaciones en las
de los demás y se comprometen activamente con las ideas de los
demás (Teasly, 1997), facilitando la negociación de signifcados y
la construcción del conocimiento (van Boxtel
et al.
, 2002).
En el panorama educativo, los mapas conceptuales colabo-
rativos han sido reconocidos como una potente estrategia ins-
truccional, que engloba efcazmente las fortalezas de los mapas
conceptuales y el aprendizaje colaborativo (Fung y Liang, 2022; y
Lucero
et al.
, 2024). De la misma forma, el uso de mapas concep
-
tuales de forma colaborativa puede desencadenar una educación
integral y equitativa, en consonancia con los principios de inclu-
sión propugnados bajo la perspectiva del Diseño Universal de
Aprendizaje (Torres
et al.
, 2024).
Más concretamente, algunos estudios han puesto de relieve
que la elaboración colaborativa de mapas conceptuales sirve de
andamiaje al proceso de razonamiento e integración de conoci-
mientos en la medida que proporciona una representación gráf
-
ca de conceptos y relaciones que facilita la negociación del signi-
fcado y la construcción del conocimiento (van Boxtel
et al.
, 2002).
En este sentido, existen estudios con resultados dispares,
que han puesto de manifesto, por un lado, que la elaboración
de mapas conceptuales con el apoyo de tecnologías mejora la ca-
pacidad de los estudiantes para organizar efcazmente sus ideas
al transcender el tamaño de la página, son fáciles de crear y su
revisión es mucho más rápida que la de sus homólogos de papel
y lápiz (Royer y Royer, 2004). Cuanto más fácil les resulte a los
alumnos y alumnas construir y editar el mapa, menos tiempo
consumirá la mecánica de la elaboración de mapas conceptua-
les, que podrá dedicarse a la comprensión conceptual específ
-
ca del dominio (Farrokhnia
et al.
, 2019). El soporte informático
puede facilitar el proceso de construcción del mapa conceptual,
independientemente de que los estudiantes estén o no en el mis-
mo lugar. De igual forma, las herramientas de chat integradas
pueden cubrir la necesidad de comunicación de los alumnos y
ayudarles a participar en la refexión, el pensamiento crítico y el
debate orientado a la tarea (Jonassen y Kwon, 2001).
Por otro lado, existen también estudios que han demostrado
que los mapas conceptuales elaborados con el apoyo de orde-
nador no son necesariamente mejores que sus homólogos ela-
borados en un entorno de papel y lápiz en lo que respecta a los
resultados del aprendizaje (Cuban
et al.
, 2001; Islim, 2018). Más
concretamente, en este último estudio se investigó cómo el uso
de mapas conceptuales, con y sin apoyo tecnológico, ayudaba
a los estudiantes en la comprensión de conceptos complejos.
Los resultados mostraron que no había diferencias signifcati
-
vas entre las puntuaciones de los estudiantes en los resultados
de aprendizaje. En este sentido, el uso de mapas conceptuales
colaborativos en entornos online, la participación y el éxito de
los estudiantes en entornos de aprendizaje colaborativo también
están determinados por otros factores, como sus propias habili-
dades de comunicación (Barron, 2003), el tipo de tarea en línea
(Wang
et al.
, 2019), o la propia existencia de una fase individual
de elaboración del mapa conceptual antes de ser compartido y
discutido en grupo (Tan
et al.
, 2021).
1.1. Interacción y co-construcción del conocimiento en ento-
nos mediados por ordenador
El aprendizaje colaborativo mediado por ordenador (Com
-
puter Supported Collaborative Learning CSCL) se ha confgu
-
rado en las dos últimas décadas como un ámbito específco de
estudio, interesado por la forma en que las personas pueden
aprender juntamente con la ayuda de las tecnologías de la infor-
mación y la comunicación (Engel y Onrubia, 2014). No obstante,
el diseño de entornos tecnológicos de apoyo a los procesos de
construcción colaborativa de conocimiento no tiene que ver úni-
camente con las características de las herramientas tecnológicas
utilizadas (De Weber
et al.
, 2009), sino que la interactividad en
este tipo de medios es una variable crítica en el aprendizaje (Stri
-
jbos
et al.
, 2004).
Gran parte de las investigaciones sobre el aprendizaje colabo-
rativo en línea se ha centrado en analizar los procesos cognitivos
de los estudiantes desde varias perspectivas: por un lado, desde
un enfoque cognitivo, dirigido a evaluar los cambios que se pro-
ducen en las representaciones mentales de los estudiantes como
resultado del proceso colaborativo (Weinberger
et al.
, 2007); la
calidad en la argumentación, centrada en analizar la estructura
y composición de los argumentos utilizados por los estudiantes
durante su actividad asíncrona y su impacto en el rendimiento
académico (Clark y Sampson, 2008; Stegmann
et al.
, 2007); y las
fases interactivas en la que discurre la interacción colaborativa
(Castellanos y Niño, 2018; Garrison
et al.
, 1999; Hew y Cheung,
2011). Estos modelos de análisis han sido utilizados para anali
-
zar principalmente conversaciones en entornos online asíncro-
nos y con estudiantes de educación superior, y los resultados de
su aplicación parecen apuntar que en la mayor parte del discur-
so en un entorno online no se producen verdaderos procesos de
negociación que se deriven de desacuerdos entre los miembros
del grupo (Lucas
et al.
, 2014). Así, el aprendizaje en profundidad,
que incluye la síntesis de ideas, la aplicación de conocimientos o
la autorrefexión no se producen regularmente en entornos onli
-
ne (Ke y Xie, 2009). Los resultados encontrados por otros inves
-
tigadores parecen seguir la lógica de los modelos anteriores, es
decir el proceso de co-construcción avanza de forma secuencial
y progresiva, pero los grupos no alcanzan, en muchos casos, las
fases más avanzadas de este proceso, resolviendo las tareas me-
diante procedimientos basados en la fragmentación y el reparto
de tareas, sin revisión ni contraste de las ideas, o en una incorpo-
ración meramente acumulativa de las aportaciones de cada uno
de los miembros (Engel y Onrubia, 2014).
Por otro lado, estos modelos han sido también utilizados
para analizar la co-construcción del conocimiento en aprendizaje
en línea cuando este se produce de forma síncrona, particular-
mente con el uso de videocámara (Lehtinen
et al.
, 2023). En este
último estudio, que tuvo lugar con profesores en formación de
enseñanza secundaria, y mediante salas divididas de Zoom, se
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observaron mayores indicios de negociación del signifcado que
en la mayoría de los estudios anteriores. No obstante, la mayor
parte de la co-construcción de conocimientos también se pro-
dujo en el nivel superfcial. Sólo un pequeño porcentaje de las
conversaciones alcanzó los niveles más altos de co-construcción
del conocimiento. Así, la participación en entornos online, con
vídeo, ha demostrado desencadenar intervenciones monologales
y ausencia de reciprocidad entre alumnos (Oitinen
et al.
, 2022).
1.2. Preguntas de investigación
En nuestra revisión de los estudios relacionados, hemos
identifcado las siguientes lagunas que deben abordarse.
En
primer lugar, la adopción de este tipo de estrategia gráfca es
ampliamente utilizada en la práctica educativa de Educación
Primaria (Merchie y van Keer, 2016). Sin embargo, según un
meta-análisis reciente (Izci y Acikgoz, 2024) ha señalado que el
mayor número de estudios llevados a cabo con mapas concep-
tuales se han realizado con estudiantes de secundaria obligato-
ria (46,15%), seguidos de estudiantes de bachillerato (28,21%)
y de universitarios (23,08%). Resulta sorprendente el reducido
número de estudios llevados a cabo con estudiantes de Educa-
ción Primaria (2,56%).
En segundo lugar, del marco teórico previamente referen-
ciado, también se desprende que, aunque los benefcios de la
construcción colaborativa de mapas conceptuales ya han sido
ampliamente investigados, gran parte de estos estudios se están
llevando a cabo en la enseñanza superior y, en muchos casos,
en entornos de aprendizaje exclusivamente online (Hernán
-
dez-Sellés
et al.
, 2019). No hemos encontrado estudios que hayan
comparado los efectos de la elaboración colaborativa de mapas
conceptuales en entornos asistidos por ordenador y en entor-
nos tradicionales de lápiz y papel, examinando su repercusión
en medidas de comprensión y recuerdo, tanto de forma indivi-
dual como colaborativa, y mucho menos analizando estrategias
discursivas en estudiantes de Educación Primaria. Una de las
referencias más próximas al objeto de este trabajo fue la investi-
gación llevada a cabo por Pinandito
et al.
(2021). Estos autores se
centraron en la elaboración de mapas conceptuales colaborativos
en línea por estudiantes universitario, utilizando una herramien-
ta concreta de elaboración de mapas conceptuales denominada
Kit-Build.
Esta herramienta de construcción de mapas concep-
tuales fue comparada con la construcción tradicional de mapas
conceptuales. Los participantes fueron sometidos a pruebas de
comprensión prestes, pos-test y re-test de comprensión lectora
del inglés como segunda lengua. De igual forma, se llevó a cabo
un análisis de la discusión entre los participantes cuando elabo-
raban de forma online y colaborativamente mapas conceptuales.
Los resultados sugirieron que el aprendizaje colaborativo con el
mapa conceptual mediante
Kit-Build
produjo mejores resultados
y debates más signifcativos que la construcción de los tradicio
-
nales mapas conceptuales.
En este contexto, el objetivo de este estudio es comparar el
efecto de la elaboración individual o colaborativa de mapas con-
ceptuales en diferentes entornos, ya sea asistidos por ordenador
o tradicionales de lápiz y papel, en la comprensión y en el recuer-
do demorado de contenidos de Ciencias de la Naturaleza com-
plejos. Más concretamente, se plantean las siguientes preguntas
de investigación:
Pregunta de investigación 1.- ¿Un entorno de aprendizaje
asistido por ordenador y con comunicación síncrona con video-
llamada favorece en mayor medida la obtención de mejores re-
sultados de comprensión y recuerdo demorado que en un entor-
no de lápiz y papel en estudiantes de sexto curso de Educación
Primaria?
Pregunta de investigación 2.- ¿Se produce una interacción
verbal de mayor calidad en los entornos online con comunica-
ción síncrona mediante videollamada que en los entornos pre-
senciales tradicionales de lápiz y papel?
La pregunta uno se responderá en función de los datos ex-
traídos de un diseño cuasiexperimental pretest-postest. La pre-
gunta dos se contractará con el análisis de las diferentes inte-
racciones verbales obtenidas mediante la grabación y posterior
transcripción de las sesiones colaborativas llevadas a cabo en la
investigación, tanto en entonos tradicionales de lápiz y papel,
como en entornos online.
2. Método
2.1. Contexto y participantes
En el estudio participaron 44 estudiantes de 6º de Educación
Primaria (11-12 años) de dos centros educativos diferentes. Am
-
bos centros se encuentran ubicados en un entorno socioeconó-
mico medio. La distribución por sexos fue de 19 niñas y 25 ni
-
ños. En ambos grupos existían estudiantes con problemas en el
aprendizaje, así como aquellos que tuvieron repetidas ausencias
de clase durante las fases de la investigación. Todos estos estu-
diantes participaron en la misma experiencia de aprendizaje que
su grupo-clase. No obstante, sus resultados fueron evaluados al
margen de esta investigación.
Se garantizó los requisitos éticos propios de una investiga-
ción con estudiantes menores de edad. Más concretamente, en
este estudio se tuvieron en cuenta las consideraciones éticas de
la investigación, establecidas por la Universidad de Extremadu-
ra, solicitando el consentimiento libre e informado de los tutores
legales de los participantes, y respetando la privacidad y conf
-
dencialidad de los datos recabados, así como la responsabilidad
en su custodia y utilización.
2.2. Diseño y variables
La investigación, de carácter cuasiexperimental, se basa en
un diseño factorial multi-grupo, con medidas pretest postest y
retest. Se consideraron dos variables independientes: 1) el tipo
de agrupamiento de los estudiantes, la cual se operativizó en: a)
individual, en el cual los participantes llevaban a cabo la tarea de
forma autónoma e independiente del resto de alumnos y alum-
nas (n = 20); y b) colaborativa, donde el alumnado llevaba a cabo
la tarea de forma colaborativa en grupos heterogéneos (n = 24); 2)
el entorno en el que realizaron la investigación, el cual se opera-
tivizó en: a) estudiantes que trabajaban en entornos asistidos por
ordenador (n = 20) y b) estudiantes que llevaron a cabo la tarea
con lápiz y papel (n = 24).
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Las variables dependientes, relativas a la comprensión y el
recuerdo de la información se operativizaron, por un lado, en la
realización de inferencias elaborativas, inmediatamente después
de la lectura de los textos elaborados en cada condición experi-
mental y un retest fnal aplicado una semana después de la inter
-
vención. En cuanto a los procesos, se analizaron las estrategias
discursivas durante la fase de construcción colaborativa en en-
torno digital y de lápiz y papel.
2.3. Materiales y tareas
2.3.1. Materiales de instrucción
a) Textos expositivos. S
e confeccionó un texto a partir de la
unidad didáctica ‘Las funciones vitales del ser humano’.
Este texto, de 476 palabras, fue usado en las tres sesiones
de instrucción previas a la investigación para formar a los
alumnos en la elaboración de mapas conceptuales, ya sea
en un entorno apoyado por ordenador o con lápiz papel.
Por otro lado, fueron utilizados otros tres textos exposi-
tivos correspondientes a tres páginas distintas y conse-
cutivas de la unidad didáctica ‘La materia y la energía’.
Estas páginas, de similar longitud en número de palabras,
fueron usadas en el desarrollo de la investigación por los
alumnos para elaborar un mapa conceptual.
b) Ordenadores portátiles. Los estudiantes que llevaron a
cabo las diferentes tareas de forma online utilizaron los
ordenadores portátiles del centro en distintos momentos
de la intervención.
c) Software. A lo largo de la intervención se utilizaron dis
-
tintos softwares. En primer lugar, Cmaptools (Cañas
et
al.
, 2003). Todos los participantes fueron formados en su
uso en una sesión de 55 minutos. Por último, se utilizó el
software Microsoft Teams para la realización de las video
-
llamadas entre los alumnos y alumnas que trabajaron co-
laborativamente en la elaboración de mapas conceptuales.
Además, cada estudiante utilizó auriculares de diadema
con micrófono incorporado para que pudieran conversar
todos juntos en una misma sala.
d) Experimentos científcos vivenciales. Se llevaron a cabo
una serie de experimentos breves al inicio de la interven-
ción para todos los estudiantes con el objetivo de aclarar
conceptos o percepciones erróneas referentes a la densi-
dad, mezclas y fotabilidad. A modo de ejemplo, uno de
los experimentos consistió en comprobar la fotabilidad
de una mandarina.
2.3.2. Materiales de evaluación
a) Pruebas de conocimientos. Para evaluar los conocimientos
conceptuales del alumnado sobre ‘La materia y la ener-
gía’, elaboramos dos pruebas (A y B) con 11 preguntas
cada una. Los estudiantes que pertenecieron al entorno
online lo realizaron en un formulario de Google Forms,
mientras que aquellos que participaron en la investigación
en el entorno de lápiz y papel lo realizaron en papel. En
ambas pruebas, las 6 primeras preguntas eran de elección
múltiple en un formato tipo test, con tres alternativas de
respuestas cada una de ellas, mientras que las 5 pregun
-
tas siguientes se diseñaron en un formato de preguntas
cortas y de respuesta abierta
(preguntas semi-objetivas)
.
Todas las preguntas fueron evaluadas y supervisadas por
profesorado con más de 20 años de experiencia docente.
A modo de ejemplo, para evaluar conceptos referentes
a ‘Propiedades generales de la materia’, se realizó la si-
guiente cuestión:
¿Qué tiene más materia, un kilogramo de plomo o un kilo
-
gramo de corcho?
Respuesta correcta: Tienen la misma cantidad de materia.
Por otro lado, un ejemplo de pregunta corta fue:
Si una pelota en la Tierra pesa 2 kilogramos, ¿pesaría igual
en el planeta Marte? ¿La masa sería la misma? Razona las res
-
puestas.
Respuesta correcta: “No, porque el peso es la fuerza que
ejerce la gravedad sobre un cuerpo. La masa solo depende de la
cantidad de materia y ésta no ha cambiado.
b) Prueba de recuerdo demorado (retest). Para la evaluación
del recuerdo demorado, una semana después de la última sesión
de intervención, se elaboró un protocolo de recuerdo que siguió
el método de análisis proposicional propuesto por Meyer (1985).
Para la recogida de datos por parte del alumnado, se les entregó
un documento con el siguiente enunciado: “Escribe todo lo que
recuerdes sobre el tema La Materia”. Para estimar la fabilidad
del análisis, se calculó la concordancia interjueces. obteniendo
un índice de Kappa Cohen de 0,96 (p < 0,001)
.
2.4. Procedimiento de evaluación e intervención
Durante un periodo de dos meses aproximadamente, los
estudiantes fueron sometidos a siete sesiones de 55 minutos de
duración, en este orden:
2.4.1. Fase de instrucción
Durante tres sesiones, los estudiantes que llevaron a cabo
las tareas en un entorno online, recibieron un entrenamiento
en la elaboración de mapas conceptuales utilizando el software
Cmaptools, con comunicación síncrona mediante videollamada.
Por otro lado, los alumnos y alumnas que llevaron a cabo las
tareas en un entorno de lápiz y papel, recibieron la misma ins-
trucción para la elaboración de mapas conceptuales, pero en el
entorno de lápiz y papel.
Posteriormente, se llevó a cabo una sesión, donde se realiza-
ron dos experimentos para aclarar previamente conceptos fun-
damentales en la investigación, por ejemplo: ‘densidad’, ‘fota
-
bilidad’ y ‘mezclas’.
2.4.2. Fase de evaluación inicial (pretest)
A continuación, se realizó un pretest en Google Forms
para
el alumnado en entorno asistido por ordenador
,
y en papel, en el
caso del alumnado de un entorno de lápiz y papel.
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2.4.3. Fase de intervención
Previo a la instrucción, se conformaron grupos formados por
tres estudiantes. Estos grupos fueron creados a juicio de los tu-
tores de ambas clases bajo la premisa de que fuesen lo más hete-
rogéneos posible. Durante esta fase, los estudiantes trabajaron la
secuencia de instrucción basada en un rompecabezas con mapas
conceptuales colaborativos. Más concretamente, hubo una fase in-
dividual.
Se realizó la distribución de los grupos con la división de
los contenidos atendiendo a la misma unidad didáctica ‘Materia
y energía’. Durante 40 minutos, los alumnos y alumnas tuvieron
que prepararse el contenido correspondiente a su página realizan-
do un mapa conceptual en función de la distribución asignada, y
utilizando papel y lápiz o softwares, en función del entorno; pos
-
teriormente
, s
e hizo una distribución de los participantes de tal
forma que se unieron aquellos que en la fase anterior trabajaron
el mismo contenido, en el mismo entorno y que estuviesen en la
condición de trabajo colaborativo. Estos estudiantes elaboraron un
nuevo mapa conceptual sumando las aportaciones individuales
de cada uno. Las interacciones de los distintos grupos fueron gra-
badas con una grabadora de voz manual para los alumnos que
trabajaron en un entorno de papel y lápiz, mientras que el alumna-
do que trabajó en un entorno asistido por ordenador, la grabación
se realizó también mediante Microsoft Teams. Estas grabaciones
son las que posteriormente fueron utilizadas para analizar el dis-
curso colaborativo. Por otro lado, el alumnado de la condición
individual, continuaron elaborando sus mapas conceptuales de
una temática distinta, hasta completar los diferentes temas que se
abordaban en la unidad didáctica.
2.4.4. Evaluación fnal (postest)
El postest se llevó a cabo siguiendo exactamente el mismo
procedimiento que en el pretest. Finalmente, siete días después
de haber realizado la última sesión (postest), sin previo aviso y
de manera también individual, los estudiantes tuvieron que rea-
lizar una prueba de recuerdo demorado (retest).
2.5. Procedimiento de análisis de los datos
2.5.1. Análisis de los resultados de aprendizaje
En la prueba de conocimientos conceptuales previa y poste-
rior (pretest/postest), los estudiantes podían obtener un máximo
de 11 puntos (un punto por ítem). Las respuestas de la prueba de
elección múltiple antes y después de la intervención se calcularon
como puntuaciones medias y se compararon mediante las pruebas
T de Student. Este análisis permitió determinar las diferencias en
los conocimientos conceptuales entre las diferentes condiciones
.
2.5.2. Análisis de la interacción verbal durante las actividades de
colaboración.
Se grabaron las interacciones verbales de los diferentes gru-
pos. Posteriormente se transcribieron, segmentaron y clasifcaron
los mensajes verbalizados por cada estudiante durante la discu-
sión en diadas. Más concretamente, se grabaron, transcribieron y
codifcaron las interacciones de los estudiantes durante la sesión
de la fase colaborativa de 12 diadas (6 de cada tipo de entorno).
Para la segmentación de las transcripciones se siguió un crite-
rio semántico-pragmático, analizando un conjunto de ciclos en
torno a una misma idea, entendiendo como ciclo la una unidad
comunicativa que se inicia con una petición, orden o pregunta
que conduce a que ambos alumnos lleguen a un mutuo acuerdo
sobre lo que hay que hacer, lo que se debe decir o pensar
(Rosa
-
les
et al.
, 2006).
Dentro de la defnición de ciclo que manejamos,
y siguiendo a estos mismos autores, distinguimos la existencia
de dos tipos: los procedimentales y los de contenido. Un ciclo
procedimental es aquel en el que se pide hacer algo, ya sea com-
pletar un mapa conceptual, leer, manejar un recurso, etc. En las
diadas analizadas, este tipo de ciclos están representados por los
momentos en los que un alumno o alumna de la diada abordan
aspectos relativos al manejo de los recursos disponibles, ya sean
de lápiz y papel, ya sean digitales. Por el contrario, un ciclo de
contenido es aquel en el que se elaboran ideas y conceptos. Los
ciclos que no incluían un componente conceptual o procedimen-
tal se codifcaron como “fuera de análisis”.
Nuestro interés aquí se centraba en contrastar los patrones
de interacción que se producían en torno a las mismas ideas.
Atendiendo a este criterio de segmentación, nuestro esquema de
codifcación (véase tabla 1) consistió en categorías mutuamente
excluyentes y exhaustivas que refejan cuatro tipos de patrones
de interacción entre los estudiantes, las cuales se pueden ordenar
en función del nivel de discrepancias que se producen entre los
participantes en la discusión (Amante
et al.
, 2024).
Para evaluar la calidad del esquema de codifcación, en pri
-
mer lugar, una transcripción elegida al azar fue codifcada por
tres investigadores, y se discutieron las diferencias. Esto dio lu-
gar a algunos cambios menores en la codifcación.
En segundo
lugar, se codifcaron 72 ciclos, que representaban más del 30% de
la muestra. La concordancia entre evaluadores medida mediante
Kappa de Cohen para el tipo de ciclo fue de 0,90 (p < 0,00) para
el tipo de ciclo y 0,80 para el tipo de acuerdo o discrepancia (p
< 0,000).
3. Resultados
3.1. Resultados de aprendizaje
Como se aprecia en la Tabla 2, la media de conocimientos
previos y califcaciones en el área de conocimiento de algunos
grupos resultó sensiblemente diferente, a pesar de que los suje-
tos fueron asignados al azar en la condición agrupamiento. No
obstante, no se aprecian diferencias estadísticamente signifca
-
tivas ni en función del agrupamiento, ni en función del entorno
de realización. Se decidió controlar estadísticamente su efecto
introduciéndola como covariable en los siguientes análisis com-
probando que los grupos fueron homogéneos.
En cuanto a la variable dependiente comprensión, sí se en-
contraron diferencias estadísticamente signifcativas en función
del entorno (t = 5,07; p = 0,01), a favor del alumnado que llevó a
cabo la tarea con lápiz y papel (X = 6,77), sobre los que la llevaron
en formato asistido por ordenador (X = 5,25). Desde el punto de
vista de la variable independiente agrupamiento, no se observan
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44
Tabla 1
Categoría para el análisis de la interacción en las condiciones experimentales colaborativas. Adaptada de Amante et al., (2024).
CategoríasNiveles DescripciónEjemplo
Tipo de ciclo
Conceptual
Ciclos donde se elaboran
conceptos relativos al tema
que se está trabajando.
Alumno 1: Mezclas homogéneas, ¿tú que pusiste?
Alumna 2: Lo de sus “componentes” que no “se distingues y son difícil de separar”.
Alumno 1: Vale, yo también tengo eso.
Procedimental
Ciclos que están representa-
dos por los momentos en los
que los alumnos abordan
aspectos relativos al manejo
de los recursos disponibles,
ya sean de lápiz y papel, ya
sean digitales.
Alumna 1: Vaya, ¿qué he tocado? ¡Ahora ya no se ve! ¡Qué yo no quiero que se vea
esto! (aludiendo a la pantalla).
Alumna 2: Pero ¿qué te está pasando?
Alumna 1: ¿Estás viendo mi llamada?
Alumna 2: Sí.
Tipo de dis-
crepancias
en los ciclos
conceptuales
No discrepancias
Ciclos en los que no hay
discrepancias porque existe
un acuerdo de partida.
Alumno 1: Vale yo he puesto: “propiedades generales”, “masa” y “volumen”. ¿Tú
has puesto algo más?
Alumna 2: He puesto que “está formado por los animales”, “agua” y “aire”.
Alumno 1: Vale, pues de momento, ¿tú tienes esto más o menos parecido no?
Alumna 2: Sí.
Discre-
pancias
Nivel
1
Ciclos de copia, imposición
y yuxtaposición, en los que
no se expresa acuerdo, pero
sin reelaboraciones de las
ideas.
Alumna 1: Ahora, ¿qué ponemos?
Alumna 2: Puedes poner otro que ponga “también”.
Alumna 1: Yo creo que así está bien, pero lo que tú digas.
Alumna 2: Yo creo que si pones “el objeto fota” y añades el “también” …
Alumna 1: ¿Así?
Alumna 2: Sí.
Nivel
2
Ciclos en los que hay reela-
boraciones de baja calidad.
Alumna 1: De título ponemos “la materia”.
Alumno 2: Y ahora ponemos “la materia” y pon un nexo que lo una a “masa” y
“volumen”.
Alumna 1: Sí, porque es lo que tiene.
Alumno 2: Sí, sus “propiedades”.
Alumna 1: Porque se dividen en “masa” y “volumen.
Alumno 2: Vale.
Nivel
3
Ciclos de alta calidad con
correcciones y reelaboracio-
nes de alta calidad.
Alumna 1: No pesará lo mismo en la luna que en la Tierra.
Alumno 2: Sí, esto lo podemos poner como dato curioso porque en las dos hay
distinta gravedad, por ejemplo.
Alumna 1: Mmmm (duda).
Alumno 2: En cada astro es distinta.
Alumno 1: Ok.
Tabla 2
Medias y desviaciones típicas de los resultados en las diferentes condiciones experimentales. Elaboración propia.
EntornoAgrupamientoVariables dependientesNMediaDesviación típica
CSCL
Individual
Califcación Ciencias de la Naturaleza87,371,68
Comprensión pretest 84,751,66
Comprensión Postest85,252,47
Recuerdo 812,627,85
Colaborativo
Califcación Ciencias de la Naturaleza127,911,50
Comprensión pretest 124,372,24
Comprensión Postest125,252,09
Recuerdo 1214,006,45
Lápiz y
papel
Individual
Califcación Ciencias de la Naturaleza128,080,99
Comprensión pretest 124,621,24
Comprensión Postest125,751,28
Recuerdo 1226,1610,96
Colaborativo
Califcación Ciencias de la Naturaleza127,831,64
Comprensión pretest 124,371,41
Comprensión Postest127,790,94
Recuerdo 1230,7512,31
Manuel Lucero Fustes, Agustín Sánchez López y Álvaro Monroy García
Volumen 54 número 1, enero-marzo, 2025 / págs. 39-49
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diferencias signifcativas (t = 1,64; p = 0,10), aunque sí podemos
apreciar una puntuación mayor en aquellos sujetos que pertene-
cieron al agrupamiento colaborativo (X = 6,52), frente a los que
llevaron a cabo la tarea individualmente (X = 5,55).
La interacción entre el entorno y el agrupamiento tuvo una
infuencia clara sobre la comprensión de los estudiantes (F = 3,72;
p = 0,061). Como se aprecia en la Figura 1, la modalidad colabo
-
rativa, con lápiz y papel, obtuvo un resultado mejor y próximo
a la signifcatividad que cuando los alumnos debían realizar la
tarea individualmente y en entorno asistido por ordenador.
Figura 1.
Medidas comprensión en función del agrupamiento y del entorno de
la tarea. Elaboración propia.
El entorno también tuvo una infuencia clara sobre el recuer
-
do global a favor de los estudiantes que trabajaron con la condi-
ción de lápiz y papel (X = 28,45), frente a los que trabajaron de
forma asistido por ordenador (X = 13,45), siendo los resultados
de esta última variable estadísticamente signifcativos (t = 5,07; p
= 0,000). En relación con la variable agrupamiento, no se obser
-
van diferencias estadísticamente signifcativas (t = 0,43; p = 0,67),
aunque los alumnos que trabajaron bajo la modalidad colabora-
tiva obtuvieron mejores resultados (X = 22,37) que aquellos que
realizaron la tarea de forma individual (X = 20,75).
No se observan interacción entre las variables agrupamiento
y entorno de la tarea en las puntuaciones obtenidas en recuerdo
global, como se aprecia en la Figura 2. No obstante, los sujetos
de la modalidad colaborativa, con lápiz y papel, obtuvieron un
resultado mejor (X = 30,75) que los alumnos realizaron la tarea
individualmente con lápiz y papel (X = 26,16), que lo hicieron
en entorno asistido por ordenador, ya sea colaborativamente (X
= 14,00), como los que lo hicieron individualmente (X = 12,62).
Figura 2.
Medidas recuerdo global en función del agrupamiento y del entorno
de la tarea. Elaboración propia.
3.2. Co-construcción del conocimiento
La Tabla 3 muestra los tipos ciclo, así como los patrones de
interacción que se produjeron en las diferentes condiciones expe-
rimentales colaborativas para cada uno de los entornos.
Tabla 3
Recuento y porcentajes de los tipos de ciclo y nivel de discrepancias según el
entorno de la tarea (el * marca dónde se encontraron diferencias signifcativas
considerando Alpha 0,05). Elaboración propia.
CategoríasNiveles
Lápiz y
papel
Online
Tipo de ciclo
Procedimental*
Fuera de análisis*
Conceptual*71 (56,8%)42 (40,4%)
52 (41,6%)53 (51%)
2 (1,6%)9 (8,7%)
Tipo de discre-
pancias en los
ciclos concep-
tuales
No discrepancias*32 (25,6%)3 (2,9%)
Discre-
pancias
Nivel 127 (21,6%)25 (24%)
Nivel 2 8 (6,4%)10 (9,6%)
Nivel 34 (3,2%)4 (3,8%)
Como se observa, los estudiantes que elaboraron un mapa
conceptual en un entorno online produjeron un mayor núme-
ro de ciclos procedimentales, centrados casi exclusivamente en
abordar aspectos relativos al uso del software Cmaptools o el
manejo de la videollamada mediante Microsoft Teams (51%),
mientras que menos de la mitad de los ciclos (40%) lo dedicaron
a abordar los contenidos conceptuales propios de la unidad. Esta
diferencia resultó ser estadísticamente signifcativa con respecto
a las diadas que trabajaron en formato de lápiz y papel, las cuales
tuvieron un patrón de interacción diferente, dedicaron un 56,8%
de los ciclos a abordar contenidos y un 41,6% a abordar cues
-
tiones centradas en el manejo de los recursos disponibles (
c
2 =
10,06; p = 0,007).
Los siguientes ejemplos ilustran estas diferen-
cias. En el primero de ellos (ejemplo 1), tomado de la discusión
de una de las diadas que llevaron a cabo la tarea en un entorno
online, se observa cómo ambos estudiantes invierten una gran
cantidad de tiempo en dibujar líneas del mapa conceptual sin
éxito. En el ejemplo 2, se observa cómo los miembros del grupo
que construyeron el mapa conceptual con lápiz y papel se reali-
zan preguntas mutuamente dando lugar a acuerdos sin reelabo-
raciones.
Ejemplo 1. Ciclo de tipo procedimental en la tarea mapa con
-
ceptual en entorno online
1. Alumno 1: ¿Cómo hago la pantalla grande?
2. Alumno 2: Pantalla completa.
3. Alumno 1: Ahí está. A ver, córtalo venga.
4. Alumno 2: No me sale.
5. Alumno 1: ¿Lo hago yo?
6. Alumno 2: Vale.
Ejemplo 2. Ciclo de tipo conceptual en la tarea mapa concep-
tual con lápiz y papel
Manuel Lucero Fustes, Agustín Sánchez López y Álvaro Monroy García
Volumen 54 número 1, enero-marzo, 2025 / págs. 39-49
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1. Alumno 1: Y, ¿cómo se mide?
2. Alumna 2: Se mide en kg y se calcula mediante “balanzas
y básculas”.
3. Alumno 1: Vale.
4. Alumna 2: Y, para ti, ¿qué es “el volumen”?
5. Alumno 1: Para mí “el volumen” es “el espacio que ocu
-
pa” y “se mide en litros”, además se puede medir con “va-
sos medidores”.
6. Alumna 2: Vale.
Finalmente, en ambos entornos prevalecieron comporta
-
mientos pseudo-colaborativos, centrados en copiar-imponer-yu-
xtaponer (21,6% lápiz y papel y 24% online), siendo la secuencia
de ciclos donde prevalecen estrategias discursivas auténticamen-
te colaborativas, centradas en revisar-negociar-integrar la infor-
mación muy reducida en ambos entornos (3,2% lápiz y papel y
3,8% digital). No se aprecian diferencias estadísticamente signi
-
fcativas entre ambos entornos en ninguno de los niveles de dis
-
crepancia. En los siguientes ejemplos mostramos los tres niveles
de discrepancias. En el ejemplo 3 se observa que el alumno 1, de
forma mayoritaria, decide los conceptos y relaciones que debe
contener el mapa conceptual.
Ejemplo 3. Ciclo con discrepancias de nivel 1 con lápiz y papel
1. Alumno 1: Ponemos “volumen”, una línea y ponemos “es
-
pacio que” y luego “ocupa” ...
2. Alumna 2: Se mide…
3. Alumno 1: Espérate. Se mide en litros, una “L” solamente,
bueno y un puntito, para saber que es la abreviación. Aho-
ra ponemos dos líneas y ponemos en una, en la izquierda,
“probetas”, y en la otra, “vasos medidores”
4. Alumna 2: Sí, ¿separados?
5. Alumno 1: Sí, exacto.
En el ejemplo 4, en cambio, se observa un patrón de interac-
ción de una de las parejas que llevaron a cabo la tarea en formato
de lápiz y papel con una reelaboración de baja calidad.
Ejemplo 4. Ciclo con discrepancias de nivel 2 con lápiz y papel
1. Alumno 1: De título ponemos “la materia”.
2. Alumna 2: Y ahora ponemos “la materia” y pon un nexo
que lo una a “masa” y “volumen”.
3. Alumno 1: Sí, porque es lo que tiene.
4. Alumna 2: Sí, sus propiedades.
5. Alumno 1: Porque se dividen en “masa” y “volumen” y
ahora podemos poner una fecha para la derecha y que
ponga “todo tiene materia”.
6. Alumna 2: Vale.
Finalmente, en el ejemplo 5, mostramos un patrón de in
-
teracción de una de las parejas que llevaron a cabo la tarea en
un entorno digital. En dicho ciclo, se aprecian correcciones y
reelaboraciones de los conceptos que terminan con un acuer-
do fnal.
Ejemplo 5. Ciclo con discrepancias de nivel 3 en tarea en en
-
torno online
1. Alumna 1: “La grasa”.
2. Alumna 2: No, “la grasa” es insoluble, porque tiene acei
-
te. ¿La tinta? La “tinta” sí es soluble. “La arena”…puedes
poner “la arena”.
3. Alumna 1: No, porque es como el azúcar.
4. Alumna 2: Bueno petróleo para ser más…
5. Alumna 1: Eso, petróleo. Terminado. Punto y fnal.
4. Discusión
En contraste con la gran cantidad de estudios sobre la cons-
trucción de mapas conceptuales colaborativos en entornos de
aprendizaje asistidos o no por ordenador en los últimos años con
alumnos universitarios, en este estudio examinamos la calidad
de la interacción de los estudiantes y los resultados en compre-
sión y recuerdo en alumnado de Educación Primaria, en entor-
nos de aprendizaje con y sin la asistencia de medios tecnológicos.
En relación con la primera de las preguntas que nos plan-
teábamos, los resultados muestran los mejores datos en com-
prensión y recuerdo fueron obtenidos por los estudiantes que
llevaron a cabo la construcción del mapa conceptual en un en-
tono tradicional de lápiz y papel, sin el apoyo de ordenadores,
softwares específcos de construcción de mapas conceptuales y
sin conexión mediante videollamada. Este resultado está en la
línea con aquellos estudios referenciados en la introducción, en
los cuales se ponía de manifesto que los mapas conceptuales ela
-
borados con ordenador no necesariamente tienen que producir
mejores resultados en el aprendizaje que sus homólogos de pa-
pel y lápiz (Islim, 2018). Siguiendo esta misma línea argumental,
Cifuentes y Hsieh (2004), llegaron a la conclusión de que la ela
-
boración de mapas conceptuales usando ordenadores y softwa
-
res específcos pueden crear distracciones.
Hay varias razones que pueden explicar nuestros resultados.
Por un lado, el hecho de trabajar en entornos asistidos por tec-
nología no conduce en ocasiones a un uso efciente y efcaz de
las mismas, ni apoya el aprendizaje de contenidos conceptuales
complejos en niños pequeños en mejor medida que lo puede ha-
cer un uso tradicional de lápiz y papel. Los alumnos y alumnas
que trabajaron en entornos asistidos por ordenador estuvieron
más centrados en el control de los recursos de la tarea, que en
el propio contenido. Más del 60% de los ciclos que hemos iden
-
tifcado en los entornos online, estaban dirigidos a casi exclusi
-
vamente en abordar aspectos relativos al uso de la tecnología u
otros aspectos socioemocionales (fuera de análisis), mientras que
menos de la mitad de los ciclos lo dedicaron a abordar los conte-
nidos conceptuales propios de la unidad.
Por otro lado, las continuas interrupciones derivadas del uso
de la propia tecnología hicieron que el profesor tuviera que estar
más centrado en la resolución de estos problemas que en evaluar
el nivel de comprensión que estaban alcanzando los alumnos,
proporcionando ayudas más efectivas ligadas al uso de la tecno-
logía y no de la comprensión.
En cuanto a la segunda de las preguntas de este estudio,
nuestros resultados son coincidentes con estudios anteriores, los
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Volumen 54 número 1, enero-marzo, 2025 / págs. 39-49
47
cuales caracterizan el proceso de construcción colaborativa en
entornos asistidos por tecnologías como entornos donde los es-
tudiantes resuelven las tareas sin auténticas estrategias de nego-
ciación, revisión e integración (Engel y Onrubia, 2014; Gunawar
-
dena
et al.
, 1997; Ke y Xie, 2009; Lucas
et al.
, 2014; Lehtinen
et al.
,
2023). Los ciclos discursivos que hemos identifcado muestran
que en ambos entornos son escasas las secuencias discursivas de
mayor calidad, caracterizadas por ciclos donde se expresen pun-
tos específcos de desacuerdo y búsqueda de formas de precisar
y reformular los signifcados previamente compartidos en el pro
-
ceso de construcción colaborativa, prevaleciendo comportamien-
tos pseudocolaborativos en ambos entornos. Los estudiantes
mostraron un patrón típico de copia, imposición o yuxtaposición
de aportaciones, que suele ser descrito por el profesorado como
el principal riesgo de las actividades de aprendizaje colaborativo
(Montanero y Tabares, 2020).
Parece pues muy complicado que alumnos y alumnas de
Educación Primaria consigan una interacción verdaderamente
rica en la colaboración, ya sea en entornos asistidos o no asisti-
dos por tecnologías si el profesorado se centra mayoritariamente
en resolver problemas tecnológicos, y no en facilitar procesos de
negociación que ayuden a que las aportaciones iniciales de los
participantes puedan converger en una perspectiva grupal más
elaborada, que y que puedan a su vez servir de base a un nuevo
ciclo de revisión y mejora. Todo esto también hace suponer que
introducir apoyos que ayuden a los estudiantes durante el pro-
ceso de interacción, facilitando la interacción de los alumnos a
través del modelado de ciertas estrategias discursivas, indepen-
dientemente del entorno en el que se trabaje, podrían favorecer
una colaboración más rica y, por ende, mejores resultados de
comprensión y recuerdo.
5. Implicaciones, limitaciones y líneas abiertas de inves-
tigación
Los resultados obtenidos sugieren algunas implicaciones
de interés para la práctica educativa. Por un lado, confrman la
necesidad de enseñar y apoyar a los alumnos y alumnas en el
uso de estrategias discursivas contextualizadas en tareas con-
cretas, que les permitan utilizar estrategias más ricas de co-
laboración en tarea donde se requiera una construcción cola-
borativa del conocimiento. En futuros trabajos sería necesario
confrmar este hecho, es decir hasta qué punto unos mejores
resultados de comprensión y recuerdo están relacionados con
una implicación mayor de los estudiantes en el uso de estrate-
gias discursivas que les permitan una construcción colaborati-
va más rica del conocimiento. Por otro lado, nuestros resulta-
dos sobre la co-construcción de conocimientos podrían haber
sido diferentes si la tarea no hubiera sido tan abierta, o hubiera
sido otra con la cual los alumnos se encuentren más familiari-
zados, por ejemplo, un resumen. El grado de esfuerzo cogniti-
vo generado por la elaboración de un mapa conceptual auto-
generado y en un tema tan complejo supone un esfuerzo muy
grande para alumnos de esta edad, que pudo condicionar la
calidad de la interacción. Otra posible limitación podría venir
determinado por el pequeño tamaño de la muestra y la propia
distribución por sexos, con un menor porcentaje de niñas que
de niños. En este sentido, otros estudios han puesto de mani-
festo que la desigual proporción entre los dos géneros puede
suponer la existencia o ausencia de diferencias en la argumen-
tación colaborativa en tareas mediadas por ordenador (Jeong
y Davidson-Shivers, 2006). De igual forma, estudios previos
han puesto de manifesto que la participación y el éxito de los
estudiantes en entornos de aprendizaje colaborativo también
están determinados por otros factores como las habilidades de
comunicación de los estudiantes, el tipo de tarea en línea o
la propia existencia de una fase individual de elaboración del
mapa. Sin embargo, no se ha tomado ninguna medida de con-
trol sobre estas variables. Finalmente, sería necesario evaluar
las habilidades lectoras y de comprensión de los estudiantes.
Es posible que el propio rendimiento de los estudiantes esté
determinado en mayor medida por la propia comprensión de
los textos a los que se han de enfrentar para elaborar el mapa
conceptual que por el uso que puedan hacer de un determina-
do software.
Agradecimientos
Los autores agradecen a Manuel Montanero Fernández (Uni
-
versidad de Extremadura) su ayuda y sus inestimables comen
-
tarios sobre las sucesivas versiones de este trabajo. Por último,
pero no por ello menos importante, nuestro más sincero agrade-
cimiento a los centros educativos que nos permitieron recopilar
los datos recogidos en este trabajo y al profesorado y estudiantes
que participaron en el estudio.
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