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MAGISTER

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Volumen

Revista de Formación del Profesorado e Investigación Educativa 33

Monográfico sobre educación sexual

ISSN: 2340 - 4728


Facultad de Formación del Profesorado y Educación Universidad de Oviedo - Universidá d’Uviéu - University of Oviedo https:// www.uniovi.es/reunido/index.php/MSG/index

2021

Magister 33 (2021) 25-32


La educación sexual: ¿en tutorías o curricular?

Jose García Vázquez*

Consejería de Salud del Principado de Asturias


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PALABRAS CLAVE

Educación sexual Adolescentes Escuelas

RESUMEN

La educación sexual es un derecho de la adolescencia que, sin embargo, sigue siendo voluntaria en las escuelas. Este estudio compara dos programas con un modelo de apli- cación diferente (en tutorías vs. curricular), para así conocer qué tipo de intervención es más factible y realista. Se planteó un enfoque descriptivo longitudinal para comparar el proceso de “Ni ogros ni princesas” –NONP–, en tutorías, y “ESO por la Salud” –ExS–, curricular. Los indicadores se clasificaron en: valoración docente, participación, ejecución de actividades y opinión de personas coordinadoras. La información se recogió con cues- tionarios para profesorado, fichas de seguimiento y entrevistas. La valoración docente fue similar en ambos programas, con porcentajes en torno al 90% de satisfacción y utilidad percibidas para el alumnado. NONP logró coberturas más altas, sobre todo en centros públicos (50 vs. 36%). Las personas coordinadoras valoraron la continuidad de ambas iniciativas y destacaron la calidad del material didáctico y la implicación de alumnado y profesorado. Ambos programas fueron propuestas válidas, pero lastradas por la volun- tariedad. A raíz de estos resultados y de un análisis más amplio de derechos, normas y evidencias, la educación sexual debería ser curricular y obligatoria.


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KEYWORDS

Sex education Adolescents Schools

Sex education: tutoring or curricular?

ABSTRACT

Sex education is a right of adolescence that, however, remains voluntary in schools. This study compares two programs with a different application model (tutoring vs. curric- ular), in order to know which type of intervention is more feasible and realistic. A longi- tudinal descriptive approach was proposed to compare the process of “Neither ogres nor princesses” –NONP–, tutoring, and “Compulsory Secondary Education for Health” –ExS–, curricular. The indicators were classified into: teacher evaluation, participation, carrying out activities and opinion of coordinators. The information was collected with question- naires for teachers, follow-up sheets and interviews. The teacher evaluation was similar in both programs, with percentages around 90% of satisfaction and usefulness perceived for the students. NONP achieved higher coverage, especially in public schools (50 vs. 36%). The coordinators valued the continuity of both initiatives and highlighted the quality of the teaching material and the involvement of students and teachers. Both programs were valid proposals, but burdened by volunteerism. Following these results and a broader anal- ysis of rights, norms and evidence, sex education should be curricular and compulsory.


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Consejería de Salud del Principado de Asturias

Autor de correspondencia: * Jose García Vázquez; josevazkez@yahoo.es Recibido: 31/05/2021 – Aceptado: 08/07/2021

Revista de Formación del Profesorado e Investigación Educativa Facultad de Formación del Profesorado y Educación Universidad de Oviedo

Enero - Diciembre 2021 ISSN: 2340-4728

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Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.

Introducción


La definición de la educación sexual ha ido cambiando con el paso de los años y, en la actualidad, se define como una actividad pedagógica, adaptada a cada edad y cultura, que utiliza informa- ción científica rigurosa, realista y sin prejuicios de valor, a nivel biológico, psíquico y social, para formar en sexualidad, enten- diendo ésta como comunicación humana, fuente de salud, placer y afectividad (UNESCO, 2018).

La educación sexual de la infancia y adolescencia es un dere- cho, reconocido por la familia de Naciones Unidas (OMS, 2019; OPS y OMS, 2000; UNESCO, 2018; WHO, 2017) y priorizado en

los Objetivos de Desarrollo Sostenible (United Nations, 2015), para construir una sociedad en la que mujeres y hombres pue- dan vivir en igualdad y sin discriminaciones (UNESCO, 2018). Asimismo, este derecho a una educación sexual de alta calidad ha sido ratificado por la comunidad internacional, en particular por la Comisión Internacional sobre Población y Desarrollo, que en su resolución 2012/117, insta a los gobiernos a proporcionar educación integral sobre sexualidad humana, salud sexual y re- productiva, e igualdad de género.

En esta línea, en nuestro país, la educación sexual cuenta con objetivos específicos en la Educación Secundaria Obligato- ria (ESO), recogidos por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciem- bre, para la mejora de la calidad educativa, que es la que en la práctica está vigente en la actualidad. Entre otros, se reconoce la necesidad de “conocer y valorar la dimensión humana de la se- xualidad en toda su diversidad”. Sin embargo, a nivel curricular, la educación sexual no está incorporada como materia ni como contenido específico de una asignatura. Hay temas aislados en alguna materia, pero no se contempla en el currículo educativo ni en los libros de texto (García-Cabeza y Sánchez, 2013; Martí- nez et al., 2012).

Por último, la evidencia científica disponible determina que los programas escolares integrales de educación sexual, con enfo- que de derechos y género, tienen efectos positivos significativos en conocimientos, actitudes y habilidades, y también en la tasas de Infecciones de Transmisión Sexual y embarazos no deseados (Rottach et al., 2009; UNFPA, 2014; UNESCO, 2012, 2015).

A pesar de estas normas y evidencias, los datos existentes in- dican que la educación sexual no está incorporada de forma efec- tiva ni universal, aunque hay propuestas para su implementación con programas de educación sexual no obligatorios, basados en la voluntariedad del profesorado y/o en talleres de personal ex- terno (García et al., 2016; Lameiras et al., 2016; Larrañaga et al., 2014; Salvador, 2008; Venegas, 2011). No obstante, a pesar de la existencias de estos programas, en la mayoría de los casos, no se cuenta con información sobre la implementación y el alcance de los mismos, y la mayoría desaparece con el tiempo (García et al., 2016; Lameiras et al., 2016; Larrañaga et al., 2014; Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011; Salvador, 2008; Vene- gas, 2011).

En Asturias, se han implementado diferentes iniciativas desde comienzo de los 90 y fruto de este trabajo y experiencia, en 2008, surgió “Ni ogros ni princesas” (NONP), un programa para la edu- cación sexual en la ESO (Lena et al., 2009; García-Vázquez et al., 2009). Tras un año de pilotaje, se realizó una evaluación de proce- so, que constató que era una intervención novedosa, con un gran nivel de ejecución, así como una alta participación, satisfacción y utilidad percibida por alumnado y profesorado (García-Vázquez et al., 2012). Más tarde, se llevó a cabo una evaluación de impacto, que detectó efectos positivos en los conocimientos, habilidades y conductas de las y los adolescentes (García-Vázquez et al., 2019). El programa, que era voluntario y se desarrollaba en tutorías, fue declarado como Buena Práctica por el Ministerio de Sanidad en 2018 y como Best Practice en Promoción de la Salud por la Comi- sión Europea en 2020.

Paralelamente, con el fin de mejorar y extender la “Educa- ción y Promoción de la Salud en la escuela”, una línea prioritaria y conjunta de las Consejerías de Salud y Educación de Asturias, se puso en marcha otro programa llamado “ESO por la salud” (ExS), en 2012 (Aguiar et al., 2014). Los contenidos de este pro- grama eran más amplios en relación a la salud: bienestar emocio- nal, alimentación, ejercicio, prevención del consumo de drogas y también educación sexual. De igual manera, se pilotó y tras unos resultados positivos, se implantó en Asturias a partir del curso 2013-14. Esta intervención, a diferencia de NONP, era curricular, es decir, que las actividades estaban diseñadas para abordar te- mas del currículo de diferentes materias, pero incluyendo conte- nidos de salud y educación sexual. Como ejemplos, en un tema curricular de Inglés como es la familia, se reflexionaba sobre la diversidad familiar, o en el estudio de “La Celestina” en Lengua y Literatura, se revisaban los mitos del amor romántico.

De este modo, en Asturias, convivieron en el tiempo dos pro- gramas con contenidos similares de educación sexual, NONP y ExS, pero con un modelo de aplicación diferente: tutorial vs. cu- rricular.

Con el fin de avanzar en la incorporación real de la educación sexual en la escuela, este trabajo pretende comparar estos dos programas en términos de participación de alumnado, profeso- rado, cobertura en centros, valoración docente y ejecución de sus actividades. Se busca así conocer qué tipo de intervención es más factible y realista para contar con la mayor cantidad de informa- ción disponible para implementar con éxito la educación sexual en las escuelas.

Metodología

Tipo de estudio


Se planteó un estudio descriptivo longitudinal, combinando un enfoque cuantitativo y cualitativo, para comparar los resulta- dos de proceso de dos programas de educación sexual con con- tenidos similares pero diferente forma de aplicación: tutorial (en tutorías) vs. curricular (en materias). Este enfoque encaja en el campo académico de estudio de la educación comparada, que examina la educación, en este caso, sexual, mediante la compa- ración de diferentes indicadores para contribuir a solucionar los problemas y mejorar la educación sexual de la población adoles- cente asturiana (Egido y Martínez-Usarralde, 2019).

Las intervenciones


Ambos programas incorporaban la educación sexual en la ESO con un enfoque de derechos y género: NONP proponía 48 sesiones de trabajo en el aula y ExS tenía 35, con los contenidos marcados en las directrices internaciones (WHO Regional Office for Europe y BZgA, 2010) y con el protagonismo del alumnado y profesorado en el proceso de aprendizaje. NONP se pilotó en el curso 2008-09, implantándose en Asturias en el 2009-10. A raíz de esta experiencia (García-Vázquez et al., 2012), se utilizó el mismo proceso para el diseño de ExS, que se pilotó en el curso 2012-13 y se implantó a partir del 2013-14. De este modo, ambos programas compartían características similares: tenían un material didáctico específico elaborado por profesorado de Asturias y un proceso con una serie de acciones para llevar a cabo en los centros educa- tivos. Estas acciones eran: información a la comunidad educativa (cartas, folletos, reuniones…), formación del profesorado, sesio- nes del profesorado en el aula, talleres externos para el alumnado (que complementaban la labor del profesorado, no la sustituían) y sesión formativa para familias. Todas estas acciones eran vo- luntarias, salvo las sesiones del profesorado en el aula, que eran obligatorias y justificaban la participación e implementación del programa. El procedimiento para que los centros participasen en cada programa también era el mismo: oferta desde la Consejería

de Educación al principio de curso e inscripción por parte de los centros con la aprobación del equipo directivo, del Consejo Es- colar y con el nombramiento de una persona como coordinadora del programa en el centro.

Las diferencias entre ambas intervenciones eran fundamen- talmente tres. En primer lugar, que NONP estaba diseñado para ser implementado en horas de tutoría mientras que en ExS, como ya se comentó, las actividades estaban diseñadas para ser lleva- das a cabo dentro del currículo de siete materias: Ciencias de la Naturaleza, Educación Física, Lengua Castellana y Literatura, Ciencias Sociales, Inglés, Educación Ética y para la Ciudadanía, y Matemáticas. Otra diferencia entre ambos programas era que NONP era un programa integral de educación sexual mientras que en ExS, la educación sexual era una parte, pero había tam- bién otros temas de Educación para la Salud, ya mencionados previamente. Por último, la oferta de talleres en NONP era más amplia, con un taller de educación sexual con contenidos espe- cíficos por nivel de la ESO, mientras que en ExS solo se ofertaba un único taller genérico que el profesorado decidía en qué nivel se impartía.

Indicadores, fuentes de información y población de estudio


Los indicadores de este estudio se clasificaron en 4 categorías: valoración docente del programa, datos de participación, ejecu- ción de las actividades y opinión de las personas coordinadoras.

  1. Para la valoración docente, se pasó un cuestionario anónimo y autoadministrado al profesorado que participó en el progra- ma en el pilotaje del mismo. Este pilotaje se llevó a cabo en el curso previo a la implantación del programa: en 12 centros en el curso 2008-09 en NONP y en 15 centros en el curso 2012-13 para ExS. Se seleccionó al 100% del profesorado participante y se le invitó a cumplimentar el cuestionario: 185 docentes en NONP y 168 en ExS. La tasa de respuesta fue de 73% y del 68%, respec- tivamente. Se utilizaron las siguientes variables en el cuestiona- rio: satisfacción con la participación en el programa, dificultad de las actividades didácticas, satisfacción percibida en el alum- nado, utilidad para el alumnado, interés de talleres externos y valoración del material didáctico. En todos los ítems, se utilizó una escala Likert.

  2. Los datos de participación se recogieron mediante las fichas de seguimiento enviadas por los centros educativos a la Conse- jería de Educación como evaluación anual del curso académico. De este modo, para cada programa y curso escolar, se obtuvo el número de alumnado, profesorado (desglosado por sexo), fami- lias y centros participantes. Los años de estudio fueron los cuatro primeros años de implantación de cada programa (tras el año de pilotaje): en NONP, desde el curso 2009-10 hasta el 2012-13; en ExS, del curso 2013-14 al 2016-17. La selección de cuatro cursos fue motivada porque esa es la duración de la Educación Secun- daria Obligatoria.

  3. En el caso de la ejecución de actividades, se utilizaron los da- tos de la ficha de seguimiento que cada centro enviaba a la coor- dinación de cada programa para su evaluación y se recogió el número de centros que llevó a cabo actividades de información a la comunidad educativa, sesiones del profesorado en el aula y sesiones para familias. Asimismo, se recogió el número medio de sesiones impartidas por el profesorado en el aula.

  4. En relación con la opinión de las personas coordinadoras, se realizó una entrevista semiestructurada con preguntas abier- tas para conocer los logros, dificultades y propuestas de mejora. En total fueron 131 entrevistas durante cuatro cursos escolares en NONP y 129 en ExS.

Análisis de datos


Se calcularon porcentajes de respuesta del profesorado para cada uno de los indicadores contemplados en la valoración do-

cente. Para los datos de participación, se halló cobertura en Astu- rias de cada programa en relación con el alumnado y centros, uti- lizando como denominadores los datos correspondientes a cada curso escolar recopilados por el Ministerio de Educación y Forma- ción Profesional (2021). Respecto a la ejecución de actividades, se calcularon los porcentajes sobre el total de centros participantes en cada programa. Por último, en las entrevistas a las personas coordinadoras, se hizo un análisis del discurso, se identificaron y clasificaron los temas, y se agruparon las respuestas en las cate- gorías abiertas y excluyentes establecidas: logros del programa, dificultades y propuesta de mejora.

Resultados

Valoración docente


La valoración por parte del profesorado implicado fue similar en los dos programas (Ver Tabla 1): en torno al 90% señaló que las actividades didácticas eran fácilmente realizables, satisfactorias y útiles para el alumnado, y que el material didáctico era bueno. El interés de los talleres fue más alto en NONP (84% vs. 71% en ExS). La principal diferencia entre ambos programas fue en la sa- tisfacción propia del profesorado con su participación en el pro- grama: el 79% del profesorado de NONP estuvo bastante/muy satisfecho frente al 96% de ExS.

Tabla 1. Porcentaje de respuesta del profesorado sobre satisfacción y utilidad percibida de los programas



NONP (%)

ExS (%)

Bastante/mucha satisfacción con su participa- ción en el programa

79

96

Actividades en aula fácilmente realizables

93

96

Bastante/mucha satisfacción percibida en el alumnado

90

90

Bastante/mucha utilidad para el alumnado

90

91

Los talleres externos le parecieron bastante/ muy interesante

84

71

El material didáctico es bastante/muy bueno

90

86


Participación


NONP (Ver Gráfico 1): El porcentaje de estudiantes que par- ticipó pasó del 14% del alumnado de la ESO de Asturias en su primer año de implementación al 25% en el cuarto año (38% del alumnado en centros públicos). Este aumento ocurrió también en el número de los centros educativos implicados: 21 a 41 (36% de los centros de Secundaria). En el caso de la educación pública, el porcentaje de centros que participó en el último curso fue del 50%. Asimismo, la participación del profesorado también aumen- tó desde 254 a 434 docentes (69% eran mujeres). En el caso de las familias, que asistieron a la sesión formativa, se mantuvieron las cifras de forma más o menos estable en los cuatro años siguientes (en torno a las 200 personas/año).

ExS (Ver Gráfico 2): El porcentaje de estudiantes creció del 10% al 21% en el cuarto año de implementación (27% del alumnado en centros públicos). Este aumento también ocurrió en el número de centros: de 27 a 37 (33% de los centros de Secundaria). En el caso de la educación pública, el porcentaje de centros que participó en el último curso fue del 37%. Asimismo, la participación del profe- sorado aumentó desde 168 a 298 docentes (70% eran mujeres). En el caso de las familias, se produjo una evolución negativa, desde 207 personas formadas en el primer año a 95 en el último.


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Gráfico 1. Número de personas y centros que participaron en el programa NONP, 2009-2013


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Gráfico 2. Número de personas y centros que participaron en el programa ExS, 2013-2017


Ejecución de las actividades


NONP: Las actividades de información a la comunidad edu- cativa fueron realizadas de forma anual por la mayoría de los cen-

tros, oscilando entre 91% de los centros que las realizó en el tercer año de implantación y el 100% en el primero. En el 100% de los centros, el profesorado llevó a cabo sesiones con el alumnado y el número medio anual de sesiones se mantuvo estable en 7. En

relación con las familias, el 76% de los centros llevó a cabo la se- sión formativa en el primer año y se redujo hasta un tercio de los centros en el cuarto año de implantación.

ExS: La cobertura anual de las actividades de información a la comunidad educativa fue mayoritaria: entre el 65% de los cen- tros en el tercer año de implantación y el 93% en el primero. El profesorado realizó sesiones con su alumnado en el 100% de los centros, pero el porcentaje de centros que desarrolló sesiones es- pecíficas de educación sexual osciló entre el 65% (primer año) y el 85% (cuarto año). El número anual medio de sesiones de edu- cación sexual fue entre 2 (segundo año) y 4 (último año de im- plantación). En torno al 50% de los centros, llevó a cabo sesiones formativas con las familias, salvo en los últimos cursos que se realizaron solo en un tercio de los centros.

Opinión de las personas coordinadoras


Las personas coordinadoras valoraron en ambos programas como principales logros la implicación y satisfacción del alum-

nado y del profesorado, así como la continuidad y consolidación de estos programas (Ver Tabla 2). En NONP, además señalaron cambios en conocimientos y actitudes de alumnado y profesora- do, mientras que en ExS, se apuntó, como logro, la colaboración de profesorado de diferentes Departamentos.

En relación con las dificultades, se priorizaron la falta de im- plicación del profesorado y de las familias en ambos programas. La saturación de las horas de tutoría, donde se abordan muchos temas y se considera el “cajón de sastre”, en NONP, y la resis- tencia de parte del profesorado para cambiar las actividades que ya tenía elaboradas de otros cursos e incorporar metodologías activas y participativas, en ExS, fueron otras de las dificultades planteadas.

Por último, entre las propuestas de mejora, se plantearon la continuidad de los programas, y más formación e implicación del profesorado. En NONP, también se insistió en la formación de equipos directivos y familias, mientras que en ExS en la cola- boración de todos los Departamentos.


Tabla 2. Logros, dificultades y propuestas de mejora de las personas coordinadoras


Logros

Ambos Programas

NONP

ExP

–Implicación y satisfacción de alumna- do y profesorado.

–Organización del programa, a nivel de contenidos y metodología.

–Calidad del material didáctico.

–Muy buena valoración de los talleres externos.

–Continuidad y consolidación del pro- grama.

–“Normalización” de la educación se- xual en el centro.

–Cambios en alumnado: aumento cono- cimientos, mejora autoestima, mejora convi- vencia, mejora respeto.

–Cambios en profesorado: mayor sen- sibilización

–Introducción del programa en Progra- mación General Anual y Plan de Acción Tu- torial.

–Propuestas curriculares adecuadas, úti- les y fácilmente aplicables.

–Inclusión de la educación sexual en otras materias y colaboración de diferentes Departamentos.

Dificultades

Ambos Programas

NONP

ExP

–Poca participación de parte del profe- sorado: falta de tiempo, ausencia de forma- ción, itinerancia.

–Escasa participación de familias.

–Excesiva oferta de programas y limita- ciones del contrato programa.

–Falta de apoyo del equipo directivo.

–Homofobia y machismo entre parte del alumnado y del profeso

–Saturación de las tutorías con temas diversos.

–Resistencia de parte del profesorado a cambiar sus actividades curriculares.

–Resistencia de parte del profesorado a metodologías actividad y participativas en el aula.

Propuestas de mejora

Ambos Programas

NONP

ExP

–Continuidad.

–Propuestas didácticas novedosas y con materiales audiovisuales.

–Formación vinculada al programa al inicio del curso escolar.

–Reconocimiento para el profesorado implicado.

–Formación para el profesorado en el propio centro educativo.

–Formación en igualdad y sexualidad del equipo directivo.

–Propuestas alternativas para la forma- ción de las familias.

–Implicación de al menos un miembro de cada Departamento y abrirlo a más ma- terias.

Discusión


Este estudio pretendía comparar dos programas, con un mo- delo de aplicación diferente, para incorporar la educación sexual en la ESO. Los resultados muestran que la valoración docente de ambas experiencias fue muy positiva en todos los indicadores analizados, con porcentajes muy altos de satisfacción con el pro- grama, tanto del profesorado como del alumnado, con el material didáctico y las actividades propuestas, y con la utilidad percibi- da de ambas intervenciones. La principal diferencia entre am- bos programas fue la satisfacción propia del profesorado con su participación, que fue más alta en ExS, lo que posiblemente ten- ga que ver con que este era un programa más amplio, con otros temas de salud, mientras que NONP se centraba únicamente en educación sexual, que resulta un tema más complicado para el profesorado, ya que se puede sentir menos seguro (García-Váz- quez et al., 2012).

Sin embargo, NONP llegó a más centros y alumnado. A pe- sar de que la evolución de ambos programas fue similar en los cuatro años estudiados, doblando prácticamente el número ini- cial de alumnado y profesorado implicado, el alcance en número y cobertura de centros fue mayor en NONP, que también se do- bló, mientras que en ExS este incremento en centros fue aproxi- madamente del 40%. Cabe destacar que NONP llegó al 50% de los centros públicos de Secundaria de Asturias, con diferencias de más de 10 puntos porcentuales respecto a ExS. Este hecho quizá pueda explicarse por una oferta más amplia de talleres en NONP, un recurso de gran atractivo para alumnado y profesorado, y en una mayor resistencia de los centros concertados a iniciativas de educación sexual que, sin embargo son más receptivos a interven- ciones más amplias donde la educación sexual es solo una parte y se puede no ejecutar, y de ahí el mayor número de centros con- certados en ExS, en detrimento de los públicos (Lameiras et al., 2016; Salvador, 2008; Venegas, 2011).

Este hecho se refleja precisamente en el desarrollo de las ac- ciones de los programas. Mientras que las que eran voluntarias, se llevaron a cabo de forma mayoritaria, salvo la formación de familias que dejó de impartirse, la única acción obligatoria, se- siones del profesorado, no se realizó en todos los centros de ExS cuando se analiza el tema impartido: entre el 65 y el 85% de los centros, en función del año, refirió haber impartido sesiones de educación sexual. Este dato se refleja también en el número medio de sesiones impartidas por año: entre 2 y 4 en ExS vs. 7 en NONP. No obstante, hay que señalar que la incorporación de sesiones de educación sexual en ExS fue aumentando año a año.

La opinión de las personas coordinadoras ayuda a explicar también estos resultados: hay resistencias por parte del profeso- rado en ambos programas, falta de información y formación de profesorado, equipos directivos y familias, y actitudes en ocasio- nes todavía machistas y homófobas en los centros educativos, lo que sin duda dificulta la incorporación de la educación sexual. Estas dificultades se detectan también en otras investigaciones, junto con la voluntariedad, el protagonismo externo, la ausencia de apoyo institucional o la falta de apoyos de libros de texto, entre otras (García-Cabeza y Sánchez, 2013; García et al., 2016; Lameiras et al., 2016; Larrañaga et al., 2014; Martínez et al., 2012; Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011).

En este contexto, la continuidad de estas iniciativas y la for- mación continua, recogidas como propuestas de mejora de las personas coordinadoras, son necesarias para mantener y mejo- rar la educación sexual mientras esta sea voluntaria, para así au- mentar la sensibilización y formación de la comunidad educativa. Asimismo, también se perciben logros y cambios, más centrados en el proceso en el caso de ExS y con más resultados en el caso de NONP, lo que posiblemente tenga que ver con la concreción de los contenidos de este programa en un único tema: la educa- ción sexual.

En resumen, la cobertura de ambos programas fue alta, te- niendo en cuenta que eran intervenciones nuevas, que requieren de tiempo para asentarse y darse a conocer entre el profesorado y en los centros educativos, y no menos importante, que eran vo- luntarias. Asimismo, las acciones planteadas se llevaron a cabo en ambos programas, quizá porque estaban adaptadas al funciona- miento de los centros, tal vez porque eran fácilmente aplicables. En cualquier caso, el proceso propuesto se ejecutó y confirmó la aceptación de las dos intervenciones. Hubo además una valora- ción docente positiva y una apuesta por la continuidad de quie- nes coordinaban.

A raíz de estos resultados, se puede concluir, por tanto, que ambos programas fueron propuestas innovadoras y válidas para los centros educativos, pero NONP contribuyó más a incorporar la educación sexual en las escuelas, al ser una intervención cen- trada exclusivamente en este tema. Esta premisa, y no tanto el modo de aplicación parece ser más relevante a la hora de intro- ducir la educación sexual en las escuelas. De otra parte, el segui- miento posterior de NONP (ya que es un programa que continúa vigente), ha permitido conocer cómo evolucionó la cobertura en años siguientes, que siguió aumentado hasta alcanzar un pico máximo (45% del alumnado y 60% de los centros públicos de Se- cundaria), para luego estabilizarse en esos datos (Consejería de Salud de Asturias, 2021).

Estas cifras, que pueden considerarse elevadas y positivas, ocultan sin embargo varias consideraciones a tener en cuenta: por un lado, la calidad de la intervención no se evaluó, tal y como se recoge más adelante en limitaciones, por lo que no se sabe si la educación sexual recibida por el alumnado es adecuada; por otro, el número medio de sesiones anuales recibidas por este alumnado es limitado (7), lo que sin duda son pocas horas si se quiere garan- tizar una educación sexual integral. Ambas cuestiones se suman a una tercera que quizá sea la más contundente: a pesar del gran esfuerzo del profesorado, centros educativos e instituciones pro- motoras, la mayoría del alumnado de Secundaria de Asturias no recibe una educación sexual integral, a pesar de ser un derecho, una norma y una intervención beneficiosa para la salud.

Por tanto, para dar respuesta a la pregunta planteada en el tí- tulo, hay varias consideraciones a tener en cuenta. En primer lu- gar, ambos programas se ejecutaron, con satisfacción del alum- nado y profesorado, e hicieron posible la educación sexual en la escuela, aunque de forma limitada. En este sentido, es posible la educación sexual impartida por el profesorado. Por otro lado, atendiendo a las coberturas, la educación sexual curricular o en tutoría no fue universal y un amplio porcentaje del alumnado no la recibió, a pesar de ser un derecho, una norma y una eviden- cia científica. Por último, el alcance de la educación sexual en el alumnado que la recibió fue muy limitado, con pocas horas re- cibidas sobre este tema. En base a los datos analizados y a estas consideraciones, se puede concluir que la respuesta a la pregun- ta planteada en el título no aparece recogida de forma completa en el mismo, ya que es la siguiente: educación sexual (curricular o en tutorías) obligatoria. En este sentido, el tiempo de la volun- tariedad ya pasó, y estos programas, y otros, pueden ser un buen punto de partida para avanzar hacia una educación sexual univer- sal y para diseñar una educación sexual obligatoria, tal y como se recomienda a nivel internacional (WHO Regional Office for Eu- rope y BZgA, 2010; UNESCO, 2018). Por tanto, es el momento de que la educación sexual, con un enfoque de derechos y género, sea una materia o parte de una, con contenidos amplios y especí- ficos (EWEC, 2015; OMS, 2016; UNESCO, 2012, 2017, 2018; WHO

Regional Office for Europe y BZgA, 2010), tal y como se hace en otros países con resultados positivos (UNESCO, 2012, 2017, 2018; WHO Regional Office for Europe y BZgA, 2010). Como conclu- sión, la respuesta final, a raíz de los datos de este estudio y ha- ciendo un análisis más amplio, es educación sexual curricular obligatoria. En este punto, se ha aprobado recientemente una nue- va legislación educativa, la ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciem-

bre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Su aplicación efectiva, a partir del curso 2021-22, puede ser una oportunidad para avanzar en la incorporación cu- rricular y obligatoria de la educación sexual.

La educación sexual es imprescindible para promover la sa- lud sexual y el bienestar de las personas, para que puedan decidir con autonomía sobre su vida sexual y reproductiva, y disfrutar de una vida sexual, placentera, segura y saludable, libre de este- reotipos de género y de cualquier tipo de violencia o discrimina- ción (Duberstein y Maddow-Zimet, 2011; UNESCO, 2018; WHO Regional Office for Europe y BZgA, 2010). La responsabilidad de que niños, niñas y adolescentes ejerzan su derecho a la educación sexual corresponde a las autoridades, en especial a las educativas y sanitarias, y por supuesto también a las familias (WHO Regio- nal Office for Europe y BZgA, 2010). Estas instituciones deben dar información, formación y valores para que las y los jóvenes puedan tomar el control sobre su salud para así poder mejorarla (Breuner et al., 2016; Oringanje et al., 2016; WHO Regional Office for Europe, y BZgA, 2010).

Es una cuestión de derechos y salud pública (Starrs et al., 2018), tal y como recogen los Objetivos de Desarrollo Sosteni- ble (UN, 2015), y por tanto es una necesidad urgente para mejo- rar el bienestar, la salud y la educación de nuestras niñas, niños y adolescentes.

Limitaciones


Este estudio contó con varias limitaciones. En primer lugar, las propias del uso de cuestionarios y entrevistas, por los posibles sesgos en las respuestas de personas implicadas en la educación sexual, ya que no se recogieron las opiniones del profesorado que no participó en los programas. Por otro lado, como ya se adelan- tó, no se recogió la calidad de las intervenciones, ni la fidelidad a las sesiones planteadas ni la metodología implementada en el aula, ya que no eran objetivos de este estudio, que solo se cen- traba en la aplicabilidad y aceptación de la educación sexual. No obstante, estas cuestiones podrían afectar a los parámetros estu- diados. En esta línea, tampoco se recogió la opinión directa del alumnado, elemento clave de todo el proceso, ni de las familias, otro actor imprescindible de la educación sexual de la infancia y adolescencia.


Agradecimientos


El presente trabajo ha sido financiado por el Programa de Educación Afectivo-Sexual para Asturias, de la Consejería de Sa- lud del Principado de Asturias.

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