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Kramberger, P., Samide, I. y Žigon, T. (Dir.). (2018). Frauen, die studieren, sind gefährlich: Ausgewählte Porträts slowenischer Frauen der Intelligenz [Las mujeres que estudian son peligrosas: retratos seleccio- nados de mujeres eslovenas de la intelectualidad]. Znanstvena založba Filozofske fakultete Univerze v Ljubljani (pp. 288)

ISBN: 978-961-06-0112-8.


Esta obra, escrita por varias autoras, aborda un tema en la en- crucijada de la historia de la mujer, la historia de la educación de adultos y la historia intelectual: esta conformada por una selección de biografías de algunas de las primeras mujeres eslovenas uni- versitarias. Las primeras mujeres eslovenas que cursaron estudios universitarios no pudieron hacerlo en Eslovenia, por lo que se vieron obligadas a trasladarse al extranjero. De hecho, la primera universidad del mundo en aceptar a mujeres como estudiantes fue la Universidad de Zúrich a partir de 1863, seguida por la de Berna en 1868, y casi cuatro décadas más tarde se hizo la misma oferta en la Universidad de Viena en Austria.

El libro, cuyo título sigue la trilogía escrita por Stefan Boll- man —Frauen, die lesen, sind gefährlich (2005), Frauen, die schreiben, leben gefährlich (2006), Frauen, die denken, sind gefährlich und stark (2012)— consta de dos contribuciones introductorias y tres seccio- nes principales. La primera se centra en las mujeres dedicadas a

las ciencias duras; la segunda, en las licenciadas en humanidades; y la tercera, en las antiguas alumnas con carreras más creativas y comprometidas socialmente. Por su parte, cada una de esas tres secciones principales contiene diversos capítulos: cuatro capítulos la primera sección, dos la segunda y tres la tercera, fijándose cada capítulo en una personalidad concreta. De modo genérico, cada biografía sigue un mismo esqueleto: fotografía, desarrollo biográ- fico e hitos cronológicos.

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En el primero de los textos introductorios, escrito por Petra Kramberger, Irena Samide y Tanja Žigon, se resumen las distintas partes del libro y se da las gracias a las numerosas personas que han contribuido a hacerlo posible, en particular los archivos de las facultades de Viena y Graz. En la segunda introducción, escrita por Igor Žunkovi, se especifica que, por esloveno, se entiende el eslo- veno como lengua materna, tal y como se declaró en el momento de la inscripción en la universidad. Esta lengua puede diferir de la nacionalidad. Hasta la presente publicación, las investigaciones se han centrado principalmente en las dos universidades de Viena y Graz y en la población estudiantil femenina eslovena de las mis- mas (Heppner, 1996, pp. 119-121; Cindri, 2013, pp. 60-85; Cindri, 2013, pp. 117-144). La enseñanza primaria obligatoria se introdujo muy pronto en Eslovenia, en 1774. Se impartía aproximadamente en esloveno en las zonas rurales y en alemán en las urbanas. Sin embargo, las niñas seguían dependiendo de las plazas que dejaban los niños. Las escuelas públicas para niñas se desarrollaron en la segunda mitad del siglo XIX. Hasta 1872 no pudieron cursar el bachillerato. A diferencia de sus homólogos masculinos, sus di- plomas no incluían la mención “madurez suficiente para asistir a la universidad”. Para acceder a la universidad, tienen que aprobar un examen externo, a menos que, a partir de 1896, hayan realizado un curso en una escuela de magisterio, que les da derecho a seis semestres de estudios didácticos.

La primera sección, dedicada a las ciencias naturales, es una

buena ilustración de los intentos de ocultar los logros de las mu- jeres. El primer capítulo, escrito por Franc Perdih, trata de Ana/ Anna/Anica Št rba-Böhm, de soltera Jenko/Jenková (1885–1936). La tesis de esta primera doctora eslovena de todas las disciplinas quedó tan oculta que Angela Pisternik (1886–1967), una joven in- vestigadora eslovena más joven que ella, opinaba que debía ser la primera mujer eslovena en obtener el título universitario. Ana Jenko podría haberse situado al final de la primera parte como transición a la segunda, ya que sus estudios no sólo incluían las ciencias duras, sino también las humanidades. Su hermana mayor, Eleonora (1879–1959), se menciona varias veces en el texto, por lo que podría haberse incluido en el título, sobre todo teniendo en


Revista de Formación del Profesorado e Investigación Educativa Facultad de Formación del Profesorado y Educación Universidad de Oviedo

Enero- diciembre 2023

ISNN: 2340 - 4728

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cuenta que fue la primera doctora en medicina eslovena. El segun- do capítulo, escrito por Janez Stergar y Igor Žunkovi, se focaliza en Angela Piskernik, una botánica que siguió contribuyendo tanto a la investigación como a la docencia después de su tesis. Dado su compromiso con la naturaleza, con las mujeres y con otros gru- pos sociales aún marginados, podría haberse situado en la tercera parte. Figura en la portada de una monografía (Verdel y Kogoj, 2003) y se le dedica un documental reciente (Muratovi, 2012). Jože Ma ek y Petra Kramberger firman el tercer capítulo, centrado en la primera fitopatóloga eslovena, Milena Perušek. Llevó una vida más discreta, como demuestra la ausencia de fotografías suyas. El informe de la defensa de su tesis aparece en el fondo de la portada de la primera parte. Al igual que las otras dos, estudió humani- dades. El cuarto capítulo, escrito por Franc Perdih, se focaliza en Ana Kansky, de soltera Mayer (1895–1962). Mientras Ana Jenko Št rba-Böhm se doctoraba en química en Praga, la química Ana Kansky era la primera mujer en doctorarse en la Universidad de Liubliana.

La segunda sección se centra en dos personalidades de las cien- cias humanas que estudiaron en Austria y en Francia. El primer capítulo, escrito por Tanja Žigon, se focaliza en la primera eslovena con dos títulos de doctorado: Melitta Pivec-Stelè (1894–1973). Tras ejercer como bibliotecaria, pasó a asesorar a la Academia Eslovena de Ciencias y Artes, y luego a trabajar como mediadora cultural entre Francia y la entonces Yugoslavia. El segundo capítulo, escri- to por Petra Kramberger e Irena Samide, está dedicado a Helena Stupan, de soltera Tominšek (1900–1992), que también destaca por su doble formación, esta vez en arqueología y en literatura ger- mánica, románica y eslovena en Zagreb y Praga. Desempeñó un papel clave en la enseñanza de la literatura en lengua alemana en la Universidad de la capital eslovena.

La tercera sección se centra en figuras más lejanas de la es- fera universitaria. El primer capítulo, escrito por Mateja Pezdirc Bartol, se centra en la primera escritora y publicista eslovena de profesión. Por razones económicas, Zofka Kveder (1878–1926) tuvo que limitar sus estudios a un semestre en la Universidad de Berna (Suiza). Se la considera la escritora que mejor ha sabido retratar

las condiciones de las mujeres en la Europa Central de la Belle Époque. El segundo capítulo, firmado por Irena Samide, se centra en una escritora también docente: Ljudmila Poljanec (1874–1948). Esta figura es recordada no sólo por su éxito público, sino tam- bién por su lucha por el progreso social de la mujer. Junto con

la también poetisa Vida Jeraj (1875–1932), fue la única mujer que consiguió publicar sus escritos en forma de libro antes de 1914. Su obra apareció en las principales revistas de arte de la época. Sus

preocupaciones sociales se centraron en la abolición del celibato impuesto a las maestras de la época. Al igual que Zofka Kveder, no pudo completar sus estudios universitarios, pero pasó seis semes- tres en Viena estudiando higiene, psicología y filosofía. El tercer capítulo, escrito por Petra Testen, se focaliza en una figura clave de la inclusividad. Minka Skabernè (1874–1948), quien promovió la integración de personas con discapacidad visual, entre otras cosas, co-creando la primera biblioteca adaptada. A diferencia de las demás, ella no cursó estudios universitarios.

En conjunto, este libro es muy informativo y fácil de enten- der, incluso para lectores con poca experiencia. Sería un excelente apoyo para comisariar una exposición. Cabe resaltar que, como ya se ha indicado, cada capítulo comienza con una fotografía de la personalidad en cuestión, lo que facilita su recuerdo, y se facili- ta, entre la conclusión y la bibliografía de cada contribución, una cronología biográfica que resulta muy útil. Otro punto positivo es el enfoque multidisciplinar de los autores del libro. Los resúme- nes se ofrecen tanto en inglés como en esloveno para una mayor difusión. También es útil el índice de nombres. Es de lamentar que no se especifique la metodología. No se presentan los numerosos

periódicos como Slovenec, Jutro o Glas naroda que sirven de fuentes, ya sea por su posición en la escena política, su número de lectores, etc. La elección de las personalidades seleccionadas no está justifi-

cada: ¿por qué no se destacan musicólogas o etnólogas?


Héloïse Elisabeth Marie-Vincent Ghislaine Ducatteau


Referencias


Cindri, A. (2013). tudentke s Kranjske na dunajski univerzi. Zgo-

dovinski asopisı, 67(1-2), 60–85.

Cindri, A. (2013). Študentke s Kranjske na dunajski univerzi 1897– 1918. En V. Rajšp (Coord.), Slovenski odnosi z Dunajem skozi as (pp. 117–144). Slovenski znanstveni inštitut=Slowenisches Wissenschaftsinstitut; Založba ZRC, ZRC SAZU: Inštitut za narodnostna vprašanja.

Heppner, H. (1996). Studentinnen der Grazer Universität aus den slowenischen Ländern (1884–1914). En A. Kernbauer y K. Sch- midechner-Lienhart (Coords.), Frauenstudium und Frauenkarrie- ren an der Universität Graz (pp. 119–121). Akademische Druck-

u. Verlagsanstalt.

Muratovi, A. (2012). Kuharska knjiga dr. Angele Piskernik. TV Slo- venija.

Verdel, H. y Kogoj, T. (2003). Die 100 bedeutendsten Frauen des euro- päischen Ostens. Wieser Verlag.


Magister 35 (2023)