Resumen
La Licenciatura en Psicopedagogía, que inicia su andadura en diversas Universidades españolas en esta década y sobre todo, de forma generalizada, en la mitad de los noventa, es una "construc ción social" que se hace realidad, como tantas decisiones lo son: el campo de las "dificultades de aprendizaje" (Fierro, 1997), las "necesidades educativas especiales y la atención a la diversidad" (Jiménez y Hernández, 1999) como una especie de "vía final común" que orienta la toma de decisiones en la atención a las personas (alumnos) que no siguen o presentan algún tipo de problemas en la marcha del sistema educativo, más allá de las respuestas que puede proporcionar el sistema educativo con sus propios recursos. Los conocimientos, procedentes fundamentalmente de la psicología científica, pero también de las ciencias de la educación, de la inter vención social, de la intervención comunitaria, del campo clínico y de la salud, confluyen y se potencian para dar respuestas profesionales a esta "construcción social" que es la Psicopedagogía. Pero el que la decisión de partida de poner en marcha una licenciatura de segundo ciclo lo sea de carácter administrativo, como dice Sleeter (1998): "¿qué no es político". También lo fue, en un momento determinado la decisión de poner en marcha la Licenciatura de Psicología, o de Ciencias de la Educación, o lo han sido la puesta en marcha de otras Licenciaturas de segundo ciclo en nuestro país. Este tipo de decisiones no se establece en el vacío, pues la referencia internacional parece fuera de toda duda, como los antecedentes de la tradición de la "Educational Psychology" o del campo "Learning Disabilities" en el mundo anglosajón, sobre todo norteamericano.
