Abstract
Una de las principales funciones de los psicólogos es construir instrumentos con los que poder evaluar las capacidades intelectuales humanas. Y una de las capacidades más específicamente humana, pero a la vez más compleja, es el lenguaje. Su desarrollo a lo largo de la infancia supone un proceso largo y complejo hasta el momento en que el niño llega a dominar todos los componentes del lenguaje, que son muchos y muy variados: fonología, morfología, sintaxis, semántica y pragmática. No resulta por ello extraño que muchos niños experimenten verdaderas dificultades en el desarrollo del lenguaje, y especialmente graves en los casos de trastornos específicos del lenguaje. En otros muchos casos se trata de dificultades menos graves, incluso simples retrasos del lenguaje, que con una buena intervención logopédica se pueden corregir fácilmente, eso sí, siempre que sean diagnosticados a tiempo. Pero para ello es necesario contar con buenos instrumentos o tests que detecten esos trastornos, y, lo más importante, que sean capaces de especificar los problemas concretos de cada niño, ya que las alteraciones lingüísticas pueden ser muy variadas. La batería BLOC: Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial elaborada por el profesor Miguel Puyuelo y su equipo trata de responder a esta necesidad de detectar las alteraciones del lenguaje infantil, tanto en los casos graves como cuando se trata de un simple retraso en el lenguaje. Pero además, y eso es lo más importante, está diseñada con el objetivo de detectar en qué nivel concreto se producen esas alteraciones o retrasos. Cuando se evalúan las dificultades de lenguaje de un niño es muy importante averiguar en qué niveles o componentes del lenguaje se producen las mayores alteraciones para poder focalizar el tratamiento en esos niveles concretos. El tratamiento de un niño con alteraciones morfológicas es muy distinto al que se tiene que usar con otro niño cuyo principal problema es de tipo semántico. Y en la batería BLOC existen tareas específicas para evaluar de manera independiente los cuatro componentes principales del lenguaje: morfología, sintaxis, semántica y pragmática (para la fonología existen otras buenas baterías en castellano), y eso permite descubrir los puntos fuertes y débiles en el desempeño de cada sujeto.