Abstract
Los conocidos vínculos familiares de Leandro Fernández de Moratíncon la villa alcarreña de Pastrana, así como la casa de descanso que construyó en ella, son el hilo conductor que permite analizar y aportar novedades sobre este capítulo de su vida. El artículo estudia la íntima relación del dramaturgo con el arquitecto Silvestre Pérez, autor del proyecto general de esta casa y supervisor de su ejecución; cómo llegaron a ella, invitados por Moratín, muchos de los afrancesados de su círculo más cercano; y cómo la relación afectiva y cordial que Moratín muestra hacia Pastrana a lo largo de su vida se transforma tras la guerra: su
recuerdo se convierte en amargo y su casa en una pesada carga. Sin embargo, hasta el final de sus días mantiene un vínculo sentimental, casi jovial, con la villa gracias a la afable camaradería con Luisa, oriunda de Pastrana, y amante de su fraternal amigo Juan Antonio Melón.
PALABRAS CLAVE: Leandro Fernández de Moratín. Pastrana. Silvestre Pérez. Juan Antonio Melón. Afrancesados. Francisco Fernández Beteta. Luisa Gómez Carabaño.
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Copyright (c) 2017 Cuadernos de Estudios del Siglo XVIII
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