Résumé
La aventura de la Cueva de Montesinos (capítulos XXII y XXIII de la segunda parte de El Quijote y alusiones en otros capítulos) relata la anécdota de la bajada del Caballero a la cueva, donde permanece, según sus acompañantes, media hora, y según él, tres días, en los que vive una realidad paralela de romances, encantamientos y fantasías.
El análisis semiótico relaciona este episodio con otros: el de Sansón Carrasco, el del Caballero del Verde Gabán, el encantamiento de Dulcinea, y muestra que, bajo anécdotas diversas, todos plantean temas sobre la posibilidad del conocimiento: la realidad, los sentidos, la palabra, la verdad, el engaño, etc.
Las discordancias del tiempo dentro y fuera de la cueva remueven la consciencia de don Quijote e inician su vuelta a la cordura que desenlazará la novela cervantina.