Resumen
Desde mediados del siglo XVI el puerto de Lastres empezó a destacarse como uno de los principales de la región, debido al auge de la pesca, la caza de la ballena y el comercio marítimo. Pero la prosperidad tornó en declive a principios del XVIII, tras la destrucción del fondeadero con el temporal de 1734. A partir de entonces, y tras varios intentos de reconstrucción fallidos, los tráficos comerciales desaparecieron y con ellos el antiguo esplendor del puerto, que desde finales del siglo XIX se dedicó casi en exclusiva a la pesca y la conserva. Pero actualmente, la regresión del sector pesquero ha forzado a muchos puertos asturianos, entre ellos al de Lastres, a buscar alternativas dentro del sector terciario, reconvirtiéndose parcialmente en puertos deportivos.