Resumen
La destrucción fortuita de la iglesia del Santuario de Nuestra Señora de Covadonga en 1777 extinguió también la imagen tradicional del lugar, donde el viejo templo de madera parecía suspendido en el aire gracias a un "milagro" divino. La nueva iglesia fue diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez (1717-1785), quien ideó un edificio revolucionario de inspiración clasicista acorde conn las corrientes europeas del momento, pero opuesto a la concepción del cabildo, que pugnó para lograr el fracaso de la empresa. Finalmente, tan sólo se hizo el basamento, pero su proceso constructivo es una apasionante historia de conspiraciones, rencillas, denuncias y, sobre todo, compromisos como los de la Academia de Bellas Artes San Fernando, el Conde de Campomanes o los arquitectos Manuel Martín Rodríguez (1746-1823) y Manuel Reguera (1731-1798), para quienes la ejecución literal del proyecto mostraba el camino de la modernidad al amparo de la Ilustración.