Resumo
La lucha contra la corrupción de los gobernadores romanos y de los magistrados locales, se recrudeció en el siglo final de la República contra los gobernadores en la acusación contra Verres, propretor de Sicilia durante los a. 73 al 71 a. C., y contra los magistrados locales en la Tabula de Heraclea del 49 y en la lex Ursonensis del 44 a. C., que retoma la lex Irnitana del 91 d. C. Pero esta exigencia de honradez en la gestión pro civitate y una intachable conducta privada y pública de los magistrados municipales se vió superada en épocas posteriores ante la escasez de candidatos para desempeñar las magistraturas locales..Downloads
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