Resumen
Andrés Bello constituye un exponente del hombre ilustrado de los siglos XVIII y XIX que, entre su variada gama de habilidades, se muestra como un apasionado del Derecho romano, dado que para él se trata de un ordenamiento jurídico básico en la formación de todo jurista. Su vocación docente le llevará no solo a dictar clases de Derecho romano, sino también a elaborar manuales de enseñanza: uno, básico y elemental (Instituciones); y otro (Principios), que no llegó a concluir y que pretendía superar al anterior. En suma, a través de este artículo, se pretende reivindicar la figura de un jurista latinoamericano universal..Descargas
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